APOYEN SIEMPRE A LOS NIÑOS CON CANCER

La situación del pequeño Rodrigo era mala. Tenía un tumor en la glándula suprarrenal, oculta tras uno de sus riñones, y las células cancerosas habían invadido la médula ósea y los huesos. Una cirugía limpió el tumor y un año de quimioterapia, un autotrasplante medular y, finalmente, un tratamiento de radioterapia le concedieron una segunda oportunidad. Pero el cáncer regresó meses más tarde en forma de metástasis. Nuevas terapias y otra vez a casa. La enfermedad se resistió aún una segunda vez. El tratamiento de esta recaída culminó con éxito el pasado noviembre.
«Estamos contentos de estar aquí», exclama 'Tachi'.
«Cómo transmitir al mundo exterior lo que pasa. Es imposible explicarlo», medita la pareja que, a pesar del sufrimiento que ha vivido estos años, intenta seguir con su vida «normal» y encara el futuro con ejemplar optimismo. «No sabemos si está curado, pero vivimos cada día como si lo estuviera», dicen al unísono.
«Cómo transmitir al mundo exterior lo que pasa. Es imposible explicarlo», medita la pareja que, a pesar del sufrimiento que ha vivido estos años, intenta seguir con su vida «normal» y encara el futuro con ejemplar optimismo. «No sabemos si está curado, pero vivimos cada día como si lo estuviera», dicen al unísono.
1 comentario:
Hola Carlos, mi hermanito de 1 año y medio también se llama Rodrigo y fue diagnosticado hace 12 días de exactamente lo mismo, neuroblastoma.
Me alegro de que tu Rodrigo este ganando la lucha contra el neuroblastoma, estoy segura de que el mío también lo hará.
Mucho ánimo y un saludo desde España.
Sandra
Publicar un comentario