Por eso me animé a apoyar a los damnificados de Chincha. Porque tener tus hijos a salvo no te hace mejor persona. Debes ayudar a los que necesitan de ti. Y si bien no faltó alimentos y ropa, fue la sonrisa de los niños lo que me hizo más feliz. esta foto es para el recuerdo: dos niños alegres porque tenian que comer, que vestirse. Tuve que dejarle a uno de ellos mi placa que usaba en el cuello, y al darsela entendí que para él era más importante tenerla que yo usarla por pura vanidad. No tiene valor la sonrisa que dibujó. Apoyemos siempre a los que nos piden ayuda....si no tienes, al menos colabora haciendoles sonreir...
...es que en cada sonrisa se dibuja la misma sonrisa de tus hijos.
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